Entre hileras dulcificantes, escrutemos los misterios anacrónicos del tiempo, la vida, la luz, Jesucristo en nosotros... pero sobre todo sin él cuando no queremos verle aún sabiendo que está ahí a tu lado a mi lado.

jueves, 10 de enero de 2013

Llorando había gritado al Cielo diciendo -¿Dios, dime si existes? dime si existes, porque entonces para qué me había dado esta vida si ni siquiera podía respirar.


Después de ayunar por tres días y andar con un resplandor en el aura como casi  nunca se logra, me encerraron, sentía una persecución horriblemente desesperante, pues no sabia cuanto daño le iba hacer a los espíritus inmundos que andan errantes por las calles y dentro de las casas. Gritaba cuando empezaron a cerrar puertas para impedir mi salida, mi espíritu limpio estaba fuerte, pero mi cuerpo estaba débil.  Pocos años atrás había notado que no le gustaba cerrar las puertas bien. Todo el cuerpo se lleno de energía positiva, y en los lugares donde percibía negatividad se bloqueaban el cerebro de Ana. Desde que empece a ir a la iglesia, acostumbraba a ir a un redil (casa de familia donde se hace culto a Dios). Esa noche justo había apostasía en el lugar, para esos días logre detectar de que Dios me había dado el don de discernir espíritus  es decir para saber si son buenos o malos. Dos personas se hicieron en la entrada del lugar para impedirme el paso, adentro en la casa habían personas buenas inocentes, ignorantes al mismo diablo que entraban disfrazados de ovejas en mujeres y hombres lideres de la congregación Pentecostal, esas dos personas me tomaron de los brazos y me querían obligar a que los llevara a mi casa para que me encerraran y así aislarme de las personas que amaba y que justo estaban en ese redil. Pero yo firme segui a dentro mirandoles a los ojos y diciendoles que me dejaran entrar que yo no iba a hablar, era la condición para entrar, así que logre entrar y me arrodille pidiendole a Dios de que la información en la predicación fuese correcta y no alreves como todas las cosas de Dios ha puesto el hombre junto con el diablo. Cuando yo me dí cuenta de esto sentí la más desolada decepción, pero además de ello una ira santa, una indignación de ver lo que hace el diablo en las congregaciones con las personas inocentes. 





http://www.youtube.com/watch?feature=endscreen&list=PL6A4440436DCC31EB&NR=1&v=szFw6Adk1hk

viernes, 4 de enero de 2013

Salmo 103

1.Bendice, alma mía, al Señor

y todo mi ser a su santo nombre.

2.Bendice, alma mía, al Señor,

no te olvides de sus favores.



Anacrónica en el Cielo Feliz ahora sí..